El Ayuntamiento de Larrabetzu aprobó en el pleno celebrado a finales de noviembre dar un nuevo paso a favor de las energías renovables haciéndose socio de la cooperativa energética Goiener. Esta propuesta se aprobó con los votos a favor de EH Bildu, mientras que el PNV votó en contra. También aprobaron en ese pleno licitar el suministro de la energía eléctrica para asegurar que el consumo de la energía eléctrica sea 100% de energía renovable.
Por otro lado, recordaron que en la localidad han puesto en marcha una iniciativa de recogida de residuos orgánicos puerta a puerta (voluntariamente, ya son 18 vecinos, dos bares y el restaurante del cocinero Eneko Atxa, Azurmendi, quienes participan). El objetivo es producir localmente compost que, una vez esté preparado, será utilizado por los agricultores de la localidad.
Ha vuelto, como por Navidad. Pero Pierre-Andre Durand, prefecto de Pirineos Atlánticos por la gracia del ministerio de Interior no trae regalos bajo el brazo. Se fue de la subprefectura de Baiona como todos, con una hoja de servicios impoluta en defensa de la República. En aquellos tiempos, París, gobernada por la derecha, no se opuso a que los municipios que así lo deseaban contribuyeran con el mantenimiento del patrimonio lingüístico vasco y, se supone que francés, poniendo su grano de arena en la construcción de las ikastolas. En aquel entonces había un problema, pero el Estado supo encontrar algo parecido a una solución, aunque fuera improvisada y precaria. Pero los nuevos aires del socialismo jacobino, aventados por Manuel Valls, han girado la veleta de la política, incluida la lingüística. Y ahora apoyar al euskara se convierte en delito, como acaban de descubrir amargamente en Hendaia.
De rojo y blanco, como el icono del socialismo, como un Papa Noel, Pierre-Andre Durand ha regresado. Y lo ha hecho con más galones. Pero su presente es un problema bajo el brazo. Y conocedor de que sin el apoyo municipal el proyecto de Seaska peligra, se defiende argumentando que hoy día los padres tienen la opción de escolarizar a sus hijas e hijos en los centros públicos bilingües. Como si ese modelo asegurara la pervivencia de la lengua. Como si pudiera compararse con el modelo inmersivo.
Tal y como asegura un dicho popular recogido por uno de aquellos ilustres larrabetzuarras que hace unos años declararon persona non grata al Borbón, Pierre-Andre, «si vienes con un problema y no traes la solución, el problema eres tú». Vete y cuéntaselo a Valls. Aunque seguro que ya lo sabe.